A pesar de su evidente deterioro con respecto a lo que era hace una década, el Parque del Este sigue siendo un sitio con un encanto muy especial. No hay otro lugar en Caracas donde uno pueda hacer ejercicio, caminar, meditar o simplemente sentarse en un banco a contemplar la vida pasar, con el acompañamiento de numerosas y multicolores guacamayas, loros, y otras aves. O sentarse en un cafetín y casi verse acosado por patos reales o coro coras rosadas en busca de algún "taquito" de comida. Son "encuentros cercanos del tercer tipo" con una fauna urbanizada y confiada que hacen la experiencia del Parque del Este algo singular.
Pero, lamentablemente, también tiene su lado oscuro. Y es que algunos usuarios no tienen cultura cívica, no saben convivir en sociedad. Generan basura durante su visita al parque y, en vez de guardarla y llevársela o depositarla en los basureros, sencillamente no les da vergüenza tirar los desperdicios en cualquier sitio....y que otro se encargue de recogerla. Es que ni siquiera hay sanción moral para quienes botan su basura en el parque....o le hacen cambio de aceite a su vehículo!! Qué camino tan largo el que tenemos por delante como sociedad para asegurar una mejor calidad de vida!
La foto que acompaña esta nota es elocuente.
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