Es desolador ver cómo se envenenan las aguas con todo tipo de líquidos altamente tóxicos y contaminantes. Tomemos por ejemplo los miles de negocios y talleres que cambian los aceites a vehículos y otros motores de combustión interna. Cuántos miles de litros de aceite quemado van a tener al sistema de aguas servidas en todas nuestras ciudades y de allí a rios como el Guaire, y de este tributario al rio Tuy y eventualmente al mar cerca de Higuerote. Si se hiciese una investigación del fondo marino frente a la desembocadura del rio Tuy, y por kilómetros corriente abajo frente a las costas de Miranda, se encontraría algo de vida marina? Dificilmente. Es el vertedero de todos los líquidos contaminantes de Caracas y los Valles del Tuy, además de miles de toneladas de desperdicios no biodegradables arrastrados por la corriente del rio año tras año. Debe ser la más grande cloaca de Venezuela.
Hace pocos años conocí de un proyecto de recolección de aceites usados para entregárselos a cementeras que lo usaban como combustible. Se quema el aceite lo cual contamina la atmósfera, pero mediante filtros se disminuye el impacto ambiental.
Lo cierto es que en el país es poco lo que las autoridades hacen para fiscalizar la disposición adecuada de líquidos contaminantes. La tarea tanto de generar consciencia como de implementar medidas de control efectivas es gigantesca.
La próxima vez que vaya a cambiarle el aceite a su vehículo, pregunte qué hacen con el aceite quemado.
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