Para nadie
es un secreto que por muy diversas razones, políticas, económicas, sociales o
religiosas, una sociedad puede verse significativamente afectada en su
bienestar y caer en estados de infelicidad y desesperanza colectivos.
Son varios los gobiernos e instituciones que parecen
haber despertado a algo que pocos dudaban a nivel de la calle: el Producto
Bruto Interno y el crecimiento económico no bastan para medir el bienestar en
una sociedad.
De ahí que
gobiernos progresistas hayan asumido la tarea de crear las condiciones
necesarias para generar estados de ánimo felices y optimistas en sus países.
Destaca, por ejemplo, el caso del reinado de Bután, que ha desarrollado una
escala para medir la felicidad de su gente y a estas estadísticas les conceden
más importancia que al tradicional Producto Interno Bruto.
El
movimiento global Action for Happiness o Acción para la Felicidad, que ha
logrado notoriedad a través de la internet, destaca las siguientes diez acciones,
entre otras muchas, que como decálogo de práctica diaria pueden mejorar
significativamente el estado de ánimo de una persona.
-Vivir
más en el presente, cultivando la conciencia plena, no siendo
rehenes de lamentaciones pasadas o ansiedades futuras, sino conscientes del
momento presente.
-Ver
lo bueno en otras personas. La crítica constante hacia uno o
los demás puede ser destructiva. Enfocarse
en lo bueno es una clave en las relaciones sanas.
-Agradecer
por tres cosas buenas cada día, aunque a veces parezca un
ejercicio difícil. El agradecimiento es poderoso y las personas más agradecidas
son más saludables.
-Contribuir
como voluntario. Ayudar a los demás es bueno para la salud.
También pequeños gestos positivos o
compasivos con uno mismo y los demás: una sonrisa, una palabra de aprecio o de
aliento.
-Hacer
algo nuevo, fuera de lo usual, expande la creatividad.
-Aprender
a meditar. Son muchos los estudios que vinculan la meditación
con un estado alerta, mayor calma y mejor salud.
-Tener
más contacto con la Naturaleza, nos enseña a ser más responsables
ambientalmente y compasivos con las otras especies que comparten el planeta con
nosotros.
-Saber
qué nos motiva, qué nos hace feliz y practicarlo.
-Crear
un clima de mayor autonomía en el trabajo, ya que esto mejora
la motivación e incentiva la creatividad.
Y finalmente -Pedir ayuda, si no se
logra escapar de patrones destructivos.